viernes, 9 de julio de 2010

Lo peligroso de la "conciencia colectiva" en la política

@edgarmanuel @LarryNieves lo más peligroso de la presunta "conciencia colectiva" aplicada en política es que siempre se erigirá alguien (un líder, un partido o una mayoría) pretendiendo interpretarla o encarnarla y queriendo aplicársela al resto a la fuerza desde el Estado, en ese punto cualquier concepto de igualdad ante la ley o de justicia será desvirtuado y siempre perderemos todos a la final. Incluso si creemos que nos identificamos hoy con la "conciencia colectiva" de turno, convertida en "contrato social" (que por cierto aún estoy esperando que me lo ofrezcan para firmar) y finalmente hecha ley.

Ejemplos hay muchos según el grado, desde los totalitarismos más sangrientos en el pasado hasta las contradicciones de hoy en día, inclusive en las sociedades más avanzadas, en donde son cosas cotidianas la intolerancia de la mayoría hecha ley (restricciones a la libertad religiosa, nacionalismos anti-inmigrantes, xenofobia, homofobia, etc.) y demás concesiones que hemos hecho al poder del Estado sobre el individuo en nombre del colectivo (ejércitos, mis impuestos usados en virtualmente cualquier cosa, CADIVI, barreras al movimiento de activos y personas, etc.).

El Estado no debe encarnar ninguna conciencia colectiva, ya se ha intentado y los resultados han sido el ejemplo de qué tan bajo puede caer el ser humano. El Estado debe en cambio garantizar que se respeten las libertades individuales para que cada quien pueda cooperar voluntariamente con quien desee, basándose en los principios que más los motiven a actuar (solidaridad, egoísmo, amor al arte, etc.) o en la identidad que pueda tener con algún grupo particular. Sólo así las sociedades libres desarrollarán su máximo potencial. No hace falta una conciencia colectiva para ayudar a otro sin esperar nada a cambio, ni para desarrollar o aceptar una moral o una religión, ni tampoco para identificarse con un grupo y adoptar unos objetivos comunes. Sólo hace falta tener la garantía de ser libre y eso es posible si desde el Estado no se pretende imponer fines comunes a una sociedad.

PD: Eso de conciencia colectiva en este contexto me suena cada vez más a algo místico como en la película Avatar o a "la fuerza" de la guerra de las galaxias. Lo más parecido a esto que reconozco es el legado de la cooperación voluntaria de miles de millones de seres humanos a lo largo de cientos de miles de años, que por supuesto ha podido tejer una maraña de conexiones muy complejas que de forma inconsciente nos une a todos. Pero esto es definitivamente algo muy distinto a renunciar a mi individualidad para abandonarme en la marea de lo colectivo de acuerdo a unos fines comunes que se hagan cumplir desde el Estado.