Solo voy a decir
dos cosas al respecto de las “elecciones” de hoy en Venezuela. Más bien, diré
la misma cosa de dos formas distintas:
La forma más
económica de decirlo, en cuanto a mis importantísimos recursos vitales, sería:
#QueTeVoteTuPutaMadre
Y la segunda
forma, más elaborada, debería ser en realidad innecesaria, porque quien no haya
podido aprehender el fondo del problema desde la anteriormente expuesta perla
de sabiduría, no creo que pueda entenderlo ni siquiera con la más exhaustiva de
las explicaciones, que por cierto no ofreceré, porque mi tiempo y el resto de
mis recursos vitales valen mucho más que lo que pudiera conseguir haciéndolo. Entonces,
la segunda forma de expresarlo, tan solo un poco más detallada que la anterior,
pero no en demasía porque quien haya leído hasta acá y aún no esté convencido
simplemente no se merece más, sería:
No votaría hoy
porque no voy a votar por el madurismo, obviamente, pero tampoco por estos “opositores”. La razón por la que
no votaría por estos últimos es porque: 1)
Con la Asamblea Nacional, que tiene
muchas más y mucho más importantes competencias útiles para luchar contra la
dictadura, la MUD no quiso/no pudo hacer un carajo, a pesar de haber prometido en
la correspondiente campaña (al igual que ahora) que iban a hacer mucho más
incluso que lo que dichas competencias, mucho más poderosas que las que ahora “están
en juego” hubieran permitido; 2) Con
el plebiscito del 16J y prácticamente
con la mayoría calificada de la Asamblea Nacional, estos “opositores” no quisieron/no pudieron hacer tampoco un
carajo, no solo eso sino que incluso han hecho todo lo contrario traicionando
el compromiso asumido en un evento histórico; 3) No votaría porque no quisiera ser yo la “materia prima” para que
Tibisay esta noche decida qué gobernaciones ASIGNARÁ a quién, porque lo de hoy será cualquier cosa excepto una
verdadera elección; 4) Mucho menos
querría ser yo la “materia prima” para que un adeco hijo de la gran puta o un
justiciero o un VPero oportunistas y con poca fibra como para haber hecho algo
distinto, puedan decir el día de mañana que su partido debe ser el que más mee, el que más peso tenga a partir de
ahora en las decisiones de la “unidad” porque recibieron “xxx” votos hoy; 5) y, finalmente, no votaría hoy porque
sé que la única utilidad de
cualquier gobernación que Tibisay tenga permiso de ASIGNAR hoy por la noche, es la de que el partido opositor premiado
por la dictadura (que tendrá que devolverle eventualmente el favor de alguna
manera) pueda tener un presupuesto público mínimamente garantizado y
mínimamente jugoso como para, corrupción
de por medio, poder mantener materialmente a buena parte de sus inútiles e
inmorales militantes que estén felices de ganarse así la vida.
Respecto a esto
último estemos claros. Con una silla en la AN se podría mantener tan solo el
líder partidista de alto perfil y un puñado de sus “asesores”. Muy pocos comerían de ese cambur y,
además por esto mismo, la dictadura pudo darse el lujo de no darles un centavo
y mandarlos a llorar pa’l valle sin problema alguno. En cambio, con el presupuesto de una gobernación, por
muy pequeña que esta sea, sí podrían comer bastantes fieles militantes,
bien sea dándoles cargos inventados o dándoles cargos de verdad para los cuales,
en su inmensa mayoría, ni estarán calificados ni ejercerán realmente, pues
dedicarán su tiempo a seguir haciendo labores partidistas, pero ahora con un sueldo público cortesía de la corrupción de
color opositor. Y a diferencia de lo que pasó con la AN, a la dictadura le
costaría mucho más no dar ni un centavo a todo un estado, porque de esos
presupuestos estadales no solo dependerá la cola de nuevos enchufados que están
hoy esperando para ser premiados por su lealtad, sino un gran número de
servicios públicos cuya no financiación sí tendrá un impacto visible (más bien
sufrible) para millones de personas. Y no nos engañemos, si pasado mañana la
dictadura decide asumir el costo político de pasar sólo 10 bolívares a los
estados que Tibisay ASIGNE hoy a “opositores”,
incluso mandando a comer mierda a todos los ciudadanos que dependen de los
servicios estadales que quedarían sin ser financiados (o simplemente
reemplazando estos servicios por otros manejados por el gobierno central, como
ha ocurrido tantas veces minimizando el costo político), de todas maneras 5 bs
irán religiosamente a los bolsillos de
los leales políticos profesionales opositores que han sido incapaces o no han
querido acabar con la dictadura socialista venezolana.
En fin, si
usted quiere “votar” hoy para que el martes algún adeco escogido por Tibisay (con
permiso de Diosdado) pueda decir en alguna reunión de la “unidad”, mientras menea
un güisqui con su meñique izquierdo, que son los adecos quienes deberían tener
la voz cantante en la coalición opositora que no ha querido/no ha podido
derrotar a la dictadura (pero eso sí, que ha sido muy eficiente segregando,
insultando o entregando en bandeja de plata a la dictadura a quienes sí han
querido intentarlo), una “unidad” que además nos prometió el paraíso si le entregábamos
la Asamblea Nacional (porque “los espacios son importantes y no deben
abandonarse”) pero que no hicieron nada con ella, una coalición que
despreció nuestro voto del referendo del
16J haciendo todo lo contrario a lo
que se votó y traicionándonos a todos, pues vaya y “vote” hoy, premie al adeco
de su preferencia o al otro justiciero o VPero que le haya tocado. Y si además se
recrea al imaginar que mientras aquel adeco sobra’o diga eso en alguna reunión
del martes, le aplauden con vehemencia unos nuevos corruptos, unos felices enchufados
estrenando sus nuevos cargos inventados porque ahora sí hay pa’ mantenerlos y
cuyo único mérito haya sido estirar el cuello al posar al fondo en las ruedas
de prensa de sus señores feudales del partido, vaya y “vote”, por lo que más
quiera, hágalo, estará invirtiendo muy bien hoy su “voto” porque justamente y
solo para esto es la “elección” de hoy, pero hágalo sin engañarse ni engañar a
más nadie.
Si en cambio no
va a votar repita conmigo, en voz alta y de forma reiterada:
#QueTeVoteTuPutaMadre
Lo de hoy NO es una cruzada contra la
dictadura. Es la movida oportunista de un sector de la “oposición” para
adelantarse a otros y sacar el mayor provecho político y (especialmente)
económico (corrupción de por medio) que se pueda. Así sea traicionando a
los millones del 16J y a las decenas asesinadas en las manifestaciones de este
año. Y lo convocan a usted para que vuelva a ser su tonto útil “porque, total,
votar no cuesta nada”. Para la dictadura
lo de hoy es un trámite irrelevante. Los “resultados” ya están listos tan
solo que no han sido hecho públicos, al igual que los siguientes pasos de
quienes ya han decidido esos “resultados”. Y hasta en el hipotético y poco
probable escenario en el que todo el país quedara pintado de azul, sepa usted
que fue así solamente porque así le habrían dicho a Tibisay que podría pintarlo,
porque quien le dará órdenes a Tibisay esta noche sabe que incluso con todas las
gobernaciones la “oposición” no podría hacer nada de lo que pudo y debió haber
hecho teniendo controlada la Asamblea Nacional. Porque ya sabe el que decide la
asignación de las gobernaciones esta noche, que las pocas y menos importantes competencias
de las gobernaciones serán eliminadas formalmente o de facto, según le
convenga, de forma mucho más sencilla y con un mucho menor costo político que
lo que ya hizo la dictadura (y se dejó hacer la “oposición”) con las
competencias de la Asamblea Nacional.
En vista de
esto, al menos el parapeto de hoy todavía se podría convertir en ganancia, al castigar a este monopólico liderazgo
opositor y a sus miles de enchufados-wanna-be
que se han partido el lomo buscando “votos” (más bien “gente en las colas”) y que
no han podido y/o no han querido liberar a Venezuela de la dictadura socialista.
Esto se puede hacer simplemente no “votando”
hoy. No votar es también un derecho y hoy más que nunca conlleva un mensaje
claro y muy importante (además de la muy justa y necesaria mentada de madre a
quienes nos vuelven a pedir, luego de su enésimo fracaso y traición, el premio
de un cheque en blanco): el liderazgo
opositor DEBE cambiar para que Venezuela PUEDA cambiar. Ese es el
único poder que tiene usted hoy, no se engañe, no tiene otro. Solo de usted
dependerá ejercerlo o regalárselo a algún adeco meneando un güisqui con su
meñique izquierdo en alguna reunión el próximo martes.
Luis Luque
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